Last Christmas: Otra oportunidad para amar

Por: Oscar Andrew

Como cada año no puede faltar una película que rescate las vísperas navideñas; unas lo hacen desde el lado de humor, otras por la animación y las que más se consumen, pero más fallan: las románticas y esta nueva película de Paul Feig, no es la excepción.

Emilia Clarke encarna a Kate, una chica bastante ingenua (sí, parecida a la de Yo antes de ti, 2016) que lleva una vida con muchos errores, los cuales la han llevado sobre todo a estar sola si de amor de trata, hasta que conoce a un chico de nombre Tom (Henry Golding), quien llegará para cambiar su vida. Sí, así de cliché.

Durante tres cuartos de duración, la película se va diluyendo en la anécdota, claro, en el cliché y en la cursilería simplona, sin embargo, no es sino hasta la última parte que parece haber valido el boleto por un giro de trama bastante interesante y que justifica algunas acciones del pasado, sin embargo, esta decisión narrativa no es suficiente para evocar el sentimentalismo de la época decembrina y del amor como tal, como otras cintas del género, ya sean Realmente amor (2003) o Mientras dormías (1995).

Tanto Golding (Locamente millonarios, 2018) como Clarke (Terminator Génesis, 2015), tienen química juntos que se sostiene por el encanto individual, pero al tener un guion bastante genérico se desvanece el posible enganche que pudiera haber, eso sí, funciona para un público que no exige una buena historia de amor, sino sólo acciones amorosas y románticas.