Crítica: Día de muertos

Por Oscar Andrew

Nombre original: Día de muertos

Director: Carlos Gutiérrez Medrano.

Duración: 93 minutos (1 hora y 33 minutos).

Distribuidora: Videocine.

Voces: Fernanda Castillo, Alan Estrada, Memo Aponte, Raúl Anaya, Humberto Vélez, Karla Falcón, Dan Osorio, Carlos Hernández, Magda Giner, etc.

Dicen por ahí “mucho ruido y pocas nueces” y eso ha pasado con la tan hablada producción mexicana que fue “opacada” y victimizada por Coco en 2017, la cual llega a carteleras para seguir con la racha de precarias películas mexicanas.

México, por supuesto, aún está en pañales con respecto a otros países, si de calidad (no de cantidad) cinematográfica se trata porque el negocio lo ha dictado así, puesto que hay materiales de corte independiente que jamás salen de su nicho porque no se les permite, pero que son estupendos como Sueño en otro idioma (2018), Chicuarotes (2018), El ombligo de Guie’dani (2019) o Noches de Julio (2019). Pero semana a semana llegan películas comerciales que sólo le suman al pensamiento colectivo de que “el cine mexicano es malo” y no hay manera de defender esa tesis cuando se estrena una película que pretende mostrar la mexicanidad a través de la celebración del Día de muertos, pero es de lo que menos trata y sólo se regodea en mostrar los avances en la animación.

La película, además del doblaje incipiente de Castillo y Estrada, complejiza su trama al grado de la confusión y el desinterés, y por su puesto olvida la emotividad y el contexto que la podría provocar: el Día de muertos; para mostrar una historia, sí, divertida por su lenguaje anacrónico y entretenida por las dosis de surrealismo y acción, pero hueca en sustancia.

Puede que sea opción para estas fechas, pero sin duda es un desdibujo de la pretensión de retratar una celebración nacionalista, y qué pena que las empresas externas lo logren mejor.